El buen viajero......no deja huellas.
El buen orador.......no comete errores.
El buen contable....no tiene necesidad de calculadoras.
La buena cerradura no necesita cerrojo.
El hombre bueno encamina los hombres a la perfección y así se convierte en su salvador; no regaña a nadie.
El hombre bueno lo encamina todo hacia la perfección; no desdeña nada.
He ahí el camino hacia la luz.
El hombre que es bueno es una luz para el hombre que no lo es; es su maestro. El malo es una lección para el bueno.
El discípulo que no aprende de su maestro, mucho yerra el camino, y el maestro, aunque sea erudito, que no ame a su discípulo, mucho lo yerra también.
Eso se llama perfección silenciosa.
Tao te King (Sacado del libro Lámparas de Fuego de Juan Mascaró)
